Conexiones climáticas de Yale: Las olas de calor matan sin piedad a los habitantes sin vivienda de la gran ciudad más calurosa de EE.UU.

Encontrar un refugio contra el calor extremo es fundamental para sobrevivir en Phoenix (Arizona), donde las olas de calor que baten récords van en aumento.

«Llevo aquí abajo demasiados años», dijo Shy con resignación pero sin autocompasión. «No es una vista bonita».

Con los brazos cruzados, esta oriunda de Oregón de 40 años estaba de pie frente al tosco refugio que había construido con lonas de plástico, alfombras desechadas y un trozo de fieltro del tamaño de un todoterreno, todo ello sujeto con mosquetones y cordeles a una vieja tienda Coleman con agujeros en un lateral.

Pero Shy no se refería a las demás estructuras improvisadas, las motos de segunda mano o los montones de basura esparcidos a su alrededor. Se refería a la lucha diaria por sobrevivir en el corazón de «la Zona», una larga y calurosa franja de calles y aparcamientos, en su mayoría sin sombra, al oeste del centro de Phoenix, donde vivían entre 600 y 1.000 personas sin techo. En aquel momento, era uno de los mayores campamentos de personas sin hogar de Estados Unidos.

Shy, cuyo apellido no publicamos por razones de privacidad, dijo que estaba en lista de espera para una vivienda subvencionada y que esperaba conseguir pronto una plaza. Al preguntarle cuánto tiempo llevaba esperando, Shy dudó mientras hacía cuentas. «Me inscribí hace tres años», dijo.

Esto fue a principios de mayo y la temperatura ya rondaba los 100 grados Fahrenheit. Shy iba vestida para el calor, con un sujetador deportivo gris de Calvin Klein y unos pantalones cortos claros sujetos por un pañuelo anudado de colores. En dos meses haría mucho más calor, hasta 119 grados.